hacer algo con las manos

Estuve viendo Shutter Island, de Martin Scorsese, el pasado viernes, y ha sido la gota que colmó el vaso. Ya no soporto más a este director. Durante años he maldigerido sus escenas violentísimas y su visión espantosa de la vida, porque las tramas policiales eran dinámicas y las escenas y planos espectaculares. pero no aguanto más a Scorsese. Estoy hasta las narices de su morbo. Al fin y al cabo, estamos ante un mal tipo, un cateto morboso. “Shutter Island” es un guión de mierda, escrito con psicoanálisis barato y nombres hispanos mal leídos para asustar al público anglosajón, que se recrea en el dolor y en las escenas más terribles por el puro placer de hacerlo. Lo mismo pasaba en otras películas de este director, en las que siempre hay una visión inhumana de la violencia, gratuita y fabricada por el puro placer de la misma. Scorsese es un morboso de la peor especie. Se viene recreando en las muertes a palos, en los malos tiros en la cara, en los niños ahogados, toda la vida. Estoy h

Carl Jung, para mí el pensador más hondo sobre la cultura que haya existido hasta ahora, tiene una curiosa teoría sobre la esencia del tiempo.   Al final de sus trabajos enunció la idea de que el tiempo es no un fluirdo, sino un continuo concreto que tiene forma y cualidades. La forma del tiempo se imprime en la existencia de todos los seres envueltos en él. Si una persona nace en un período, en una época, en un día, adquiere la forma del tiempo. Tiene unos rasgos.   Los rasgos del tiempo son tan intensos que a veces agrupan los sucesos, como si arrugaran a su horma la existencia. Cuando eso ocurre, tenemos un Símbolo, o un suceso con mucha densidad significativa.     El tiempo es nuestro Padre, y nos parecemos a él.  Cuando algo acaece, se revela la forma del tiempo. Cuando algo infinitamente inaudito y sorprendente sucede, vemos la voluntad poderosa del Tiempo expresando su existencia real y material. Vemos a un Dios en acción. Eso son las sincronías, las armonías ins

Todas las formas de creación constituyen fuentes de energía que fortalecen a quien las emite. Si quieres tener solidez, ser imbatible, resistente, y alegre, no hay otra que atreverse a crear. Cuando las situaciones de la existencia cambian, si tu trabajo no ha sido creativo es fácil que te derrumbes, que no tengas clara cuál es tu valía, o que te desorientes sobre tu destino y misión vital. Pero si revisando tu trabajo, tus decisiones, tus acciones, te encuentras con que la llama de la pasión creativa ha sido muchas veces la que ha prendido tus esfuerzos, entonces no dependerás de ningun azar ni fortuna, ni de la opinión ajena. la creatividad se aplaude a sí misma, y se divierte con su propia tarea. A veces se nos olvida ser creativos, se nos olvida que hemos tanteado las mil formas de atención y pensamiento necesarias para encontrar la temperatura de la creación, ese calor que guía. Pero una vez que revisas lo que haces, si eres creativo, te darás cuenta de que todo es una fiesta. Est

Hay muchas maneras en las que uno puede ejercer la valentía tal y como exige el espíritu artístico. Una de ellas es a través del buen humor. Con el buen humor, riéndose de la estupidez propia y ajena, y quitándole importancia a los dramas y esclavitudes de la vanidad, consigue uno la libertad que crea. Esto lo saben muy bien los artistas, que cuando llevan años trabajando, desarrollan una especie de indolencia, de simpatía, de felicidad intrínseca, que muchos creen que es locura o tontería. Hay que pasar de todo, pero muy importante, sobre todo hay que pasar de uno mismo, de las `preocupaciones, vanidades e intereses minúsculos en los que se desmiga la intención creativa, sin darse uno ni cuenta. Por eso es importante ser un poquito pasota, y dejar de lado lo apremiante, para poder ser libre.   Otra manera de ser valiente para ser libre es persistir en los empeños con fe absoluta. Convenciendo a la propia mente inconsciente de su fuerza y su poder, y mediante la insistencia, se c

Ya decía Elliott que Abril es el mes más cruel, mezcla lilas con el olor de la muerte, y funde la memoria y el deseo. Abril es el mes de la ilusión, pero también del invierno recalcitrante. Y la extraña masa formada por las dos cosas, por los lilos y las negras nubes, por el viento frío y la luz al atardecer, pone a los poetas melancólicos y locos… A mí me gusta mucho porque Abril es el mes en que me salgo con la mía, a pesar de todas las losas. Acabo de ver una máxima de Tucídides en el blog de un amigo, que realmente es buena para entender este momento: decía el historiador: "Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje"   Pues eso,  que abril es el mes de los valientes, pero sobre todo, de los inteligentes !!!

Este año se celebra el centenario del nacimiento del mayor poeta español de todos los tiempos, Miguel Hernández. Poeta de la densidad y del amor como no hubo en España, aunque tenemos otros titanes de la ternura, como el mismo Lope y como Garcilaso. Esta España actual, tan cateta y desmemoriada, no sabe ni quién es Miguel. Pero los versos de este hombre renacen en la memoria de los desmemoriados, tal es su fuerza. Cuando uno se encuentra ante monumentos como Para la Libertad, o el Elegía por la muerte de Ramón Sijé,  su amigo, se ve ante el retablo de la belleza, del amor y de la vida. Y las poesías a su mujer o su correspondencia hablando de sus hijos es de una intensidad, de una hombría, de una capacidad que no hay pluma española que las iguale. MIguel Hernández es muy superior al mundo en el que se le conmemora hoy. Pero su poesía educa a la ignorancia de un modo que rompe tumbas y sudarios de burramia, y renace, pálido y traslúcido, como el retrato idolizado que le hizo Vicente