HINOJO, ARTISTA Y OBRA ÚNICAS, ESCONDIDO EN ESPAÑA

 Resultado de imagen de hinojo joseResultado de imagen de hinojo jose santa maria de la montaña

En un molino rehabilitado en parte, desde hace más de veinte años, reside un artista español único y de impresionante dimensión en la historia del arte moderno. Se trata de José Hinojo (Prado del Rey 1958). Este autor nacido en el pequeño pueblo de la sierra de Cádiz, hijo de gente del campo, se formó en las Academias de Bellas Artes de Sevilla y de Madrid, y muy joven dio el salto a las galerías y centros culturales en Suiza, Alemania, Bélgica y otros países centroeuropeos. Residió en Ginebra hasta comienzos de los años 90, donde galeristas y críticos reconocieron con claridad su creación de primera línea. Como ya reconocían en la prestigiosísima Alexandre Cadain, “Sus relieves y espesores convierten en esculturas sus pinturas realzadas, pobladas por personajes siempre diferentes, y la fuerza de gravedad de su trabajo genera casi un exorcismo existencial acompañado sin embargo de humor y de una ligereza que el artista domina perfectamente".

Resultado de imagen de hinojo jose olivo

Este primoroso artista vive, rehace su casa y trabaja hoy en España desde hace más de veinte años. No ha buscado la fama ni el relumbrón de una difusión masiva que, en su agudísima inteligencia artística, sabe que le desorientaría profundamente de su trabajo, una especie de misión profunda en la que integra la naturaleza y la fabricación humana, en busca de las más delicadas sensaciones y emociones. Su casa taller en Santa María de la Montaña, cerca de Prado del Rey, es un universo artístico consagrado y delicioso en el que la mirada se engolosa con todos los detalles, con las obras pequeñas y con las grandiosas esculturas en hierro o en cartón, con las filigranas cromáticas de las miniaturas y con las creaciones asombrosamente humanas de sus gigantescas figuras de metal.

El artista Hinojo recibe en su casa, con amabilidad extrema, a aquellos visitantes que deseen entrar en este universo de ventanas abiertas, a la naturaleza y a la creación total. Un mundo en el que el dolor y el amor, la magia y la ilusión, el recuerdo y la expresión nueva, están expresados y trabajados en múltiples formas que el artista almacena y acumula. La impresión que uno tiene es la de estar ante un tesoro fabuloso, creado y cuidado por una especie de Gandhi del arte moderno, pacífico y bonachón, que ofrece su delicadeza infinita al que por allí pasa, como algo que no tiene precio.

Hinojo bebe de muchas tradiciones del arte contemporáneo a la vez. Su capacidad de convertirse en un creador total, que trabaja con el medio en el que vive, y que integra el arte en el entorno, lo hacen hermano de César Manrique, pues tiene la misma capacidad de traspasar las cosas a la dimensión artística aumentando enormemente su valor, aún cuando se trate de desechos o envejecidos objetos o maderas.  Su capacidad de darle una nueva dimensión expresiva a los desnudos humanos de estilo cubista lo hacen continuador del Picasso de las señoritas de Avignon o del Matisse lírico de las danzas de diosas. Los rostros de Hinojo, sin embargo, son más humanos, más vivos que los de Picasso y Matisse, y sé que lo que escribo es muy osado. Hay en la elaboración de los dibujos y rostros simplificados de Hinojo una dulzura, ternura y expresión que no está en los maestros anteriores.  El universo creativo lleno de poesía, de magia, de vitalidad animal, es hermano del de Chagall, y parte de sus intensos colores y las formas embellecidas del universo de la naturaleza integrado en una profunda fe o misticismo provienen de la misma filiación. Por último, y sólo por citar algunos de los muchos ecos de esta obra originalísima, su coetáneo Miquel Barceló juega igualmente con el azar físico de los materiales y con el reciclaje para crear formas, que vienen dictadas por el mundo o el momento. Formados a la vez, Barceló e Hinojo han adoptado ambos un lenguaje de profundidades en la pintura, saliendo a la tridimensionalidad e igualmente centrados en un arte de detalles, de preciosidades y sutilezas cromáticas.
Resultado de imagen de hinojo jose


La obra de Hinojo es profundamente espiritual. El arte tan delicado, de factura tan primorosa, manifiesta una reverencia por las formas de vida que también se expresa en exaltadas escenas de culto al amor, a la vida vegetal, a la humanidad, a la amistad y el tráfago de los humanos. Ha logrado que su casa-taller sea un templo, en el que las fastuosas creaciones, allí concentradas, aquilatan todavía más el mensaje espiritual de su creador, de amor a su tierra, a sus olivos centenarios, que ha convertido en centro de una obra que señala constantemente hacia la maravilla de la creación terrestre. La inteligencia artística y la formación del autor en diálogo con su trabajo estético se manifiestan en las palabras del pintor de una manera especial. Estamos ante un fiósofo del arte consagrado, ante una personalidad que dirige perfectamente el destino de su trabajo creador. Todo el conjunto de este artista, cuya delicadeza se expresa también en su educación infinita, en sus aires dalinianos pero espontáneos y no histriónicos, en su cosmopolitismo sencillo y en su sabiduría profunda, nos habla de una religión y de un culto único del artista a la madre tierra. Una limpieza de actitudes, de mirada y de persona, que reluce en este recóndito lugar de la sierra gaditana. Fenómenos como los de este artista no se dan todos los días en el planeta. Su existencia, y el grado de perfección y de consagración de la obra/vida de este autor, son una auténtica loa a la gracia y a la capacidad de armonía que puede ver nacer nuestro pequeño país.

Resultado de imagen de hinojo jose olivo

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA LITERARIA Y LOS PEDANTONES AL PAÑO

el arte y el ego

LENGUAJE ES SIMPLICIDAD (2)