mañana de invierno

Sol de cristal

la luz no calienta

apenas lame blanca, pálida, la tierra,

Palacio de escarcha alimentando en ella

su delicado reino

de traslúcida esencia

envuelta en su vestido de pedrerías, y perlas,

el alma incandescente, en el helor,

bombea

como un sol imposible

de libertad se llena.

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