el mundo es un espacio vacío: crisis y evolución

Recientemente he estado en una mesa redonda sobre cómo salir de la situación en la que estamos, en las que se nos pedía, a una serie de piquitos de oro profesionales, que diéramos una fórmula mágica para solucionar la crisis profesional que está viviendo el sector de la comunicación.

La verdad es que todos nos quedamos bastante en blanco, y que las soluciones se nos ocurren en plena incubación creativa, es decir, a posteriori, como siempre.

Pero claro que esto es normal y natural. Siempre estamos en blanco, y siempre se nos ocurren las cosas a destiempo. Se trata de una señal muy clara de cómo hay que entender la crisis y las situaciones que estamos experimentando.

La vida está esencialmente en crisis, pero la crisis, hay que aceptarla y asumirla, que pase por nosotros, como dicen los grandes maestros como Eckart Tolle. La vida es un inmenso espacio en blanco en el que hay que abandonar toda solución previamente planeada, todo aparato mental raciocinante, y entrar en alineación con cuanto ocurre completamente de nuevas, es decir, ignorantes de todo.

Cuando se llega a la situación de limpieza total en la que  no sabemos nada y reconocemos además que estamos completamente desamparados en nuestra falta de pericia y capacidad para arreglar las cosas, y al mismo tiempo, nos damos cuenta de que no somos culpables de ello ni responsables de las indignidades que estamos padeciendo, entonces es cuando se produce el verdadero cambio, pues de esa especie de vacío total, de esa sensación de fondo y de esa catarsis, surge el milagro de la nueva energía.

Lo que falta en estas situaciones que vivimos es sinceridad y capacidad de sentir lo que ocurrre. La gran paradoja es que hay una enorme cantidad de ideas, de información, de fórmulas, de ansiedad representada, que vendan la capacidad de comprender en profundidad. Y el gran vacío de la existencia no se siente. De ese vacío, y no de otro, surgirá la fuerza para superar todo esto. Solamente cuando las personas estén realmente en condiciones de aceptar un nuevo mundo, podrá nacer.

Los que conocen la nueva era saben que un gran símbolo es la disolución en el agua de una nueva corriente, que inundará todo, pero en la que la resistencia a avanzar dejará seco y sin recursos a quien resista con un inteligencia personal. Efectivamente, el gran silencio de la crisis nos interroga a todos: ¿estás dispuesto a sumergirte en un nuevo universo, donde las categorías anteriores ya no funcionan, y donde todo surgirá de la nada? ¿estás dispuesto a evolucionar con ese entorno, desarrollando tus capacidades conforme sean demandadas, y no antes? ¿estás dispuesto a vivir en un medio en el que no sabes respirar todavía?