VENCEJOS VENCEJOS….

vencjos

HACE YA dos meses que llegaron los vencejos a Madrid. Este año hay muchos, forman nubes y vuelvan vertiginosamente al amanecer y cuando anochece, desafiando la verticalidad de las fachadas y chillando eufóricos, rozando las superficies de agua de las fuentes, y columpiándose en enormes lianas de aire, por entre los hondones de los patios y edificios.

Cualquiera que ame el verano, ama los vencejos. Cuando estábamos en la cuna, fue el primer llamamiento a la fiesta que escuchamos y que le puso nombre a este nuevo mundo que es el verano. Los vencejos son la voz de la luz. Los vencejos y sus chillidos locos expresan mejor que nadie esta mutación asombrosa que convierte a la tierra en la antesala de un paraíso eterno, llena de perfumes, de claridad, de colores, de ecos, que es el verano. Y en Madrid hay un verano igual de bello y poético, un poco más irónico quizás, pero igualmente festivo y único, y por eso los vencejos siguen convirtiendo a este poblachón manchego en un puerto lleno de mástiles televisivos, por el que los pájaros transitan, y resuena el mar…

Imposible estar vivo y no bendecir a los vencejos de Madrid. 

 

El arte del vuelo

consiste, esencialmente

en dejarse caer,

dice el vencejo.

 

(esto lo escribí hace unos años)

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VIDA LITERARIA Y LOS PEDANTONES AL PAÑO

LENGUAJE ES SIMPLICIDAD (2)

el arte y el ego