un solo hombre salva al mundo
Es la gran lección de hoy: la tarea de un solo individuo es el quicio que soporta la salvación del mundo.
Dependemos de individuos, cuyo amor, cuyo espíritu, nos levantan al cielo.
Las masas no pueden ser una fuerza. Pueden integrarse de individuos, pueden dejar oír la voz de uno de ellos. Esa es su función: arropar y proteger a un solo creador, a un solo espíritu.
La enseñanza, el progreso del mundo, el arte, sólo necesitan el músculo ciclópeo, hercúleo, de un sólo brazo humano.
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