Destino
Mil versos por hacer, entregados al día, y en el pulmón ozono, y mal cielo, y luz densísima.
Mil palabras que escribir cada día, minando la salud por la poesía:
versos, palabras, pasión, fuerza pura, adensándose cada instante, para vivir intenso cada día.
A la espera, en vilo, avizor, hasta que una tras otra las hojas del laurel, o las palabras,
los verbos rotos, te coronen, para siempre, de fulgor por tu escritura.
Un no parar de pulso con los versos.
Comentarios
Publicar un comentario
Respóndeme si quieres