POR FIN DE VUELTA: poemas de antonio parra
Tengo este blog abandonado. Mil perdones a la gente que se pasa por aquí de vez en cuando. Vuelvo de vacaciones y prometo no decepcionar en cantidad de escritura y cosas raras. para empezar, voy a publicar unas poesías de un amigo, Antonio Parra, que me gustan muchísimo. Antonio es profesor y poeta, además de periodista, y compartimos el mismo gusto de palabras. A ver si os gusta:
LA SOMBRA DEL PADRE
LLueve. Y viene por el aire el olor a grama mojada.
Cruzo en el sueño, sin ser visto, el frescor de las tinajas,
su agua mansa y sin tiempo.
Llueve, porque la lluvia es sólo un sueño con lágrimas
por el que viene de nuevo mi padre,
viajero, y me sonríe a lo lejos.
Y de nuevo corro yo sobre la grama aromada
para abrazarlo. Y cae entonces tenebrosa la tarde
y ya no hay lluvia, ni yerba, ni sueño, ni padre.
ESCENA DE UN DÍA DE MARZO
Sobre la mesa, los dones.
Y en el rostro de todos, la alegría
del día de fiesta. el encanto
humilde de la tarde de domingo.
Alguien esparce sobre el gastado hule
las habas recién cogidas, los tomates menudos,
las aceitunas amargas, y en ese gesto
se da la celebración de la abundancia
contra la pobreza acostumbrada.
Retengo esa imagen antigua de la merienda
familiar mientras apuran la tarde
y el sol se esconde tras la vecina montaña.
Casi todos los que asisten al modesto festín
son ya fantasmas diluidos en el tiempo,
temblor de otros días, pulso inexistente:
De toda biografía sólo queda
el aroma de la emoción que vuelve.
Pero ellos, ajenos allí a la usura de las horas,
de espaldas por un instante a la derrota venidera,
beben la dicha como dioses eternos,
y en verdad lo son mientras dura la fiesta
y alumbra el sol de aquel día de marzo.
Yo quisiera proclamar ahora,
desde esta orilla presente,
que aquella imagen no fue borrada
ni es la escena del fracaso,
sino la luz naciente de esperanza.
Contra el tiempo, la gracia;
la alegría, contra la nada.
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