la paz del estertor

 

Cuando la situación está como está ahora mismo, se vive una paz en las calles que no es sino la de la situación agónica, de estertor, para muchas personas y familias. Hoy mismo, sábado 12 de enero, cada minuto que pasa se envía una carta de despido a un periodista de la cadena de televisión Telemadrid. Se completarán cerca de 900 despidos, 900 cartas que llevan la angustia,  el agobio, el negro en el futuro, a 900 personas, a 900 familias posiblemente. Y se vive esto en silencio, lo que no quiere decir que no se esté en pie de lucha, pero cuando se llega al fondo del abismo, las personas nos callamos, nos quedamos inmóviles, con una paz que no es de este mundo.

Otra vez notamos la sensación de tener una sociedad de mentira, una sociedad corrompida, falsa, en la que la vida humana se sobrepone cada día a la ignominia de las instituciones, a la rapiña de los ricos, a la codicia de los malversadores, a la mentira de los hipócritas. Y ahí se va generando una especie de paz mortífera, una sensación de compás de espera. ¿¿Hasta cuándo??. El silencio y la dilación son muy significativos. Algo se stá fraguando.

En la calle, en el mundo público que cada día compartimos, cada vez hay más paz de ésta, una sensación de terrible silencio, de recogimiento por suma indignación, por asco del sistema social, por búsqueda de otros horizontes donde uno pueda encontrar motivos a los que aferrarse para vivir. ESpaña país miserable y místico¨en su historia, donde  el desprecio de las riquezas y la codicia en las ganancias han convivido de manera impensable, afronta con sus siglos de experiencias esta situación, agazapada y a la espera de lo que pueda ocurrir en breve tiempo. El silencio, la contención, están en la calle. Algo se está cociendo y no creo que sea suave.