UN PREMIO JUSTO A PONIATOWSKA

 

Le han concedido a Elena Poniatowska, escritora de raíz mexicana y origen polaco, el Cervantes de las Letras, y la verdad es que la escitora honra al premio, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. Haya lo que haya de política en este premio, que lo habrá seguro, al menos se ha premiado a una escritora de verbo fuerte, libertad grande, espíritu grande y magnífica lengua castellana pasada por México.

 

Poniatowska es una escritora total: domina el periodismo, esa literatura de pie rápido y valentía, y domina el relato maravilloso, y el realismo social, y además es excelente psicóloga. Es un ser de mil ojos al que acercarse es alegrarse el día. Recomiendo muchísimo leerla en sus artículos y semblanzas, pero también en sus relatos y todos sus diálogos donde abunda una libertad inmensa, una fuerza creadora que la hace ser completamente eficaz en sus descripciones: es tan buena en lo real como en lo poético, y une ambas cosas en su personalidad arrolladora. Nada de cuanto dice es gratuito, todo está muy pensado y reflexionado. Tiene además esa perfección mexicana para describir el lado loco de la vida, esa capacidad excéntrica de allí para modernizar la vida en lengua española, de manera que nos hace más jóvenes, más vanguardistas, más estilizados en nuestro idioma…Pero sobre todo, se palpa que Poniatowska es una escritora honesta, capaz de dejar su ego a la descripción sin vanidad de la maravilla de otro artista, de un prodigio de la naturaleza, de un movimiento social, de una mente indígena. Nos alegramos mucho de que con este premio, la literatura y el periodismo escrito por esta gran autora empiecen a soplar con fuerza en más cerebros secos de nuestro país.