EL PUNTO JUSTO

No vas adelante,

no vas hacia atrás.

El punto justo en que respiras

este aire bendecido

el punto justo en que disfrutas

una mirada, al campo,

en que te cruza un pensamiento.

Ésa es la puerta estrecha

del cielo.

 

 

Hay un temblar de la existencia,

resonando en el silencio

de la paz del instante.

En el corazón de ese temblor

todo está puro y es cierto.

Lágrimas de regreso

suspiros de consuelo profundo

transitan por los pulmones

por un momento.

Has atravesado la puerta

estrecha del cielo.

 

 

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