LIBERTAD




(proyecto de Fernando Higueras para la zona cero" de Nueva York




(la corona de espinas, interior, y las casas militares de San Bernardo, del mismo arquitecto)




























(cueva de Fernando Higueras, Chanmartín, Madrid)




Hablan en un artículo del periódico del artista Fernando Higueras, arquitecto creador que vivía, hasta el año pasado en que murió, en una cueva que él construyó -o habría que decir, destruyó-, en el jardín de un chalé. La cueva es una preciosidad, me recuerda a la casa de César Manrique en Lanzarote. Este Higueras, hermano de arte y de libertad y energía de Manrique, se hizo el muy cuco una casa subterránea en Madrid que parece una burbuja volcánica, llena de plantas y de arte, de colores y de luz. Está claro que no hay nada como ser un artista que ha sabido honrar su libertad.


Higueras tiene varias obras en Madrid que son como notas dispersas de su melodía, y cuando nos dicen que las firmó él, sin nosotros saberlo de antes, nos parece que todo encaja como un mecanismo de relojería, en la creación. La célebre "Corona de Espinas", el edificio que está junto a Bellas Artes en la Complutense, es suya. Como son suyas las casas de militares de las que cuelgan gigantescas yedras en la Plaza de San Bernardo. Siempre me parecieron preciosas, tienen formas hexagonales en cemento, y conjugan de maravilla con las plantas.




Las obras de Higueras hacen una simbiosis entre hormigón y vegetales, entre hombre y naturaleza. Otro edificio en la calle Serrano lo muestra claramente. Incluso tiene una propuesta para la zona cero de Nueva York, con la idea de preservar el espacio y creando un "rascainfiernos" como él decía, lleno de verdura y de jardines.





La arquitectura es un arte lastimero cuando un creador de esta naturaleza es maltratado por el entorno, por la inclemencia humana y natural, por la falta de respuesta. Pero cada ejemplo de creación en arquitectura es un paso libre hacia el progreso humano. Cuando un arquitecto crea, salvaguarda espacios, enseña cómo vivir en la Tierra, y sobre todo, horada, como Fernando Higueras, libertad en el alma humana, que aparece más espaciosa, más ancha, más agradecida y más buena, gracias al trabajo de estos creadores.

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