el hedor de la crisis

 

René Guénon afirma que una crisis es sobre todo un momento donde las visiones negativas de la realidad afloran. Pero no solamente las visiones unilaterales pesimistas, sino también, todo aquello que es negativo sale a la luz y empieza a moverse. El hedor de la basura, la corrupción y la suciedad ética que hoy vemos en la vida española y europea no son sino parte de la podredumbre que está aflorando, saliendo a la luz, y en gran medida, fermentando.

 

Nunca había visto con tanta claridad la asquerosa actitud de los políticos, que quitan a los ancianos, jóvenes y clases medias y bajas el dinero para que no quiebren los depósitos de los ricos y poderosos. Nunca se había declarado la podredumbre del estamento judicial con presidentes que se niegan a responder de sus vilezas y jueces que ocultan y protegen al magistrado podrido. Nunca habíamos visto a los Estados correr a salvar a entidades que han hecho desaparecer miles de millones de sus clientes  sin pedirles explicaciones ni siquiera señalar la falta de valores de su comportamiento. Los ladrones están hoy a la vista. Ocupan el poder, se protegen entre ellos, a costa de la gente honrada, de los que dependen del sistema público de salud, o de enseñanza, o de pensiones.

La cara de esta sociedad es hoy un retrato de Dorian Gray, al que conforme muere su espíritu, le van saliendo todos los vicios, las lacras, las espantosas pústulas hediondas, cada vez más descaradamente  claras. Y aquí estamos todos, sin atrevernos a mirar el Estado que hemos creado, que hiede y repugna cada día un poquito más. Vamos a ver con qué vileza, con qué mezquindad, nos levantamos mañana.