Mis dos hijos

 

Mis dos bellezas que vuelan

y se van yendo

son como dos pájaros negros

en el horizonte alado

y azul, donde se borran

alzándose a lo más lejos

 

mis dos bellezas son almas de azúcar

que se van deshaciendo

instante por instante, y nada importa

desierto o mar de amargura, si su rápido destello

no está en contacto con el corazón latiendo,

 

mis dos historias con puerta al paraíso

me salvan, me redimen, me limpian, me cancelan

el dolor del corazón

a paladas de amor puro,

se dejan con voz suave

irse en la cueva del tiempo.

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