POEMA PARA MI HIJA
Koré/ Violeta Desapareciendo Como la efímera flor En la irreconocible forma ya madura mi niña crece y se hunde en misterioso surco de tristeza, con ojos nuevos la tengo que mirar encontrar su rostro nuevo sin poder explicar cómo es que ha vuelto y en corazón encallecido y mudo. Madre e hija en una cadena de opuestos Lloran la ausencia y siempre están juntas Cara y cruz, vida y muerte, semilla y flor, solo ser de misterio que revienta al corazón, la flor misteriosa que es ya espiga las une en toda la vida. El llanto inconciliable de irse es trama de la madre con la nieta. Adiós mi amor, mi dulce azucena, blanca campana de oro tintineante, rubio beso de la vida, al infinito vas, y en el río inmenso de mi llanto, de besos de agua en un cestillo al cabo de este viaje, yo te espero.