Ética
Uno pone en obra, la obra tiene una hechura, está tendida a la eternidad, y no al instante, está urdida en secreto, hacia un fin: no se puede aclamar si no es por su hechura, si queremos herir al silencio debemos dejar que el silencio la geste y la envuelva. En talleres de amor a la obra se fragua en los mismos que se ama el hacer y que ensordece el golpetear del yunque alejados de todo: conflagrados y profundos apartamentos ocupa. Y al estar ya hecha y viva, surca el viento. viaja, ya libre, ya segura al encuentro de su elegida ruta y cuándo pueda arribar, es un misterio. Cómo progresa sin las manos que la crearon, no admite regocijo que no sea su gracia, si quieres celebrarla, vuélvete a su logro cuando sale y atraviesa tu mente lo que haya de ser, entonces está ya hecho, provisto, allanado.