Juego de Opuestos
La estructura crucial de nuestra existencia parece encadenada a un constante ir y venir entre dos elementos opuestos: vida y muerte, placer y dolor, calor y frío, posesion y deseo, salud y enfermedad. En un nivel básico de existencia, verse atenazado por el irremediable vaivén de los opuestos significa anularse en ellos como en el entrechocarse de las rocas. Nada hay más vacío que perseguir sin fin el polo positivo de estos pares, y el sabor a nihilismo recubre todas las luchas humanas por nuestros deseos y anhelos. Hay sin embargo un nivel de existencia libre donde es posible trascender los opuestos. Las filosofías y sabidurias de los pueblos antiguos concibieron ya el armónico juego de los opuestos como modo de subir de la caverna esclava de la irrealidad y llegar a la libertad vital que nos hace felices. Los fragmentos de Heraclito y las ruedas del yingyang nos de...