CINE RECOMENDADO: LIBRE TE QUIERO, DE BASILIO MARTIN PATINO

Hoy he tenido la suerte de participar en la proyección del documental poético de BASILIO MARTÍN PATINO sobre el movimiento 15-M, titulado “LIBRE TE QUIERO”. Podéis descargarlo en la plataforma

http://www.400films.com/

Martin Patino es uno de los nombres de oro de la cinematografía española. Autor de documentales imborrables como “Canciones para después de una guerra”, su extensísima obra ha jalonado la historia de nuestro país de verdades como puños, pero contadas con la memoria sonora y visual.

Así es esta última obra suya. “Libre te quiero” es una secuencia ininterrumpida de imágenes frescas y nunca repetitivas que capturan el primer mes del movimiento 15-M en Madrid sobre todo, aunque contiene escenas impresionantes también de Barcelona.

El documental tiene ya dos años de vida, como el movimiento. Sin embargo, conserva la frescura, la hondura, la emoción de aquellos días. Ver hoy esta joyita histórica  es revivir, sentir de nuevo, la fragancia de nuestro mayo rojo, su impulso vivo, su esencia alegre. El estilo de Martin Patino, siempre bajo la banda verbal,  narra con el ritmo musical, con el sentido sonoro de la vida, más que con lo visual. Por eso es un genio, muy poco reconocido en nuestra cultura mediática.

Su película se está haciendo cine de culto, y como él dice, con su sabiduría de viejo genio, poco a poco va andando el camino. Martín Patino, como Sampedro, tiene una lucidez visionaria frente a este movimiento social: él sabe que ha calado hondísimo en la conciencia del país, que está obrando, que está sembrado y germinando, aunque no lo parezca. A todas las objeciones que le ponemos, de frustrada impotencia por un movimiento que se nos muere en las manos y se desvía, deshace, estrella, en tantos frentes, Patino sonríe con una bonhomía trascendente: él sabe que eso no es importante, que en lo profundo, el 15-M sigue y seguirá, y cambiará todo, ya lo ha hecho.

Es una delicia comprobar que con 80 años se puede tener la energía de un joven para ser completamente innovador. Martín Patino es así: él salió a la calle tal día como hoy, hace dos años, y se encontró lo que él llama “una alegría única, un sentimiento en la gente nuevo, de fiesta, de enorme felicidad de estar de repente todos en una plaza, en la Puerta del Sol”. Al director le sorprendió la velocidad pasmosa de propagación del movimiento, y su increíble energía humana que irradió a toda la vida de la ciudad. Sin pensarlo más, cogió su cámara y a rodar: y el milagro de una película que filma día tras día la eclosión de un movimiento único en la historia social española está ahí. Ningún proyecto premeditado, ninguna memoria específicamente dispuesta a engrandecer el 15-M hubiera ligrado la imagen que consiguió él, al simpatizar y espontáneamente, filmar el 15-M.

Así ocurre con la genialidad: es espontánea, el tiempo no la condiciona, es libre, libérrima, y no necesita argumentaciones ni razones: basta la mirada para generar una reverberación creativa que es fiel al 15-M en lo profundo, y que habla a las siguientes generaciones de esa tarea pendiente.

Martín Patino cree que el 15-M está tan sólo empezando. Que el movimiento social se está desencadenando, y que una vez que pase el tiempo, sus irrevocables e irreversibles actos irán presentándose uno a uno. Este viejo sabio ve, desde su mirada de un siglo, por encima de las circunstancias, y sonríe a la situación actual porque está convencido de que en ella está puesta para siempre la semilla del cambio.

Que la sonrisa de Martín Patino, amiga de nuestro 15-M, inunde de visión histórica, fecunda, trasformadora, nuestro panorama social.