AMISTAD

 Acabo de ver la maravillosa película "My Octopus  Teacher", aquí traducida como "Lo que el pulpo me enseñó", un documental que va mucho más allá de lo que es habitual en el género de los filmes ecologistas y naturalistas en dicho formato. La pelicula relata la amistad entre un pulpo, una pulpo para ser más exactos, y un ser humano.  La amistad y la interacción con los pulpos es algo  habitual entre los buceadores,  es un hecho muy conocido  que los pulpos son de los animales más cariñosos y divertidos bajo la superficie marina,  para nuestra especie. 



Uno de los hallazgos de  este filme es que la relación entre el humano y el pulpo no está impostada hacia lo épico o sentimentaloide, y sin embargo profundiza como ninguna película hasta ahora en la comunicación entre ambas especies. La atención que la relación entre la pulpa y el humano genera despierta un universo de experiencia que al protagonista le salva de sus problemas emocionales y le aporta un sentido  nuevo a su vida. Los que tenemos animales nos vemos reflejados en esas escenas en las que se abre la amistad entre dos especies tan alejadas naturalmente, por detalles y coincidencias  de esa amistad que son en realidad tesoros que se abren a un  ser humano cuando tiene el privilegio de ese lazo increíble de conexión con un animal.

Y es que este documento visual es magnífico porque se adentra en un campo nuevo,  el de pintar una relación convencional con un animal no doméstico, con el que se muestra la verdadera conexión y capacidad de comunicarnos con cualquier especie abriéndonos a la  maravilla de poder unirnos con ella. La generosa atención del amigo humano del pulpo de esta película pinta un universo  de belleza,  detalles y asombro que abre nuestra cabeza a una realidad increíble a pesar de ser tan cercana.  Y así es como llegamos a entender qué hacemos en este planeta y cuál es el sentido profundo de nuestra existencia. 

Estamos aquí para cuidar y proteger la vida inmensamente maravillosa de los seres vivos en la tierra. Nuestro cometido como especie no es otro que llevar hacia el futuro este planeta, y cuidarlo y protegerlo.  Toda nuestra inteligencia,  nuestras capacidades,  no tienen otro fin. Esa es nuestra misión. Por encima de intereses y de egoísmos de especie, la comunicación que podemos entablar con los animales es un imán hacia nuestra misión como especie protectora. Debemos ser el elemento interno a un sistema que protege el mismo y lo perpetúa.  Nuestro milagro, lejos aún de nosotros mismos y de nuestra conciencia,  es el de ser los guardianes de esta maravilla llamada la Tierra. Somos el animal que cuida, que debe cuidar, de los otros animales. Ningún fin hay más alto que ese y ese fin nos explica como especie,  nos da una finalidad y le da un sentido a nuestra vida. A cada vida.

Esta película se adentra en esta vía. Muestra con sencillez el increíble enlace y conexión con un asombroso animal,  al que vamos descubriendo conforme nos abrimos a su lenguaje, a su mirada. Descubrimos a esa especie de perro submarino, su fabuloso cerebro repartido por todo el cuerpo, su personalidad graciosa, inteligentisima, amistosa. Y conforme avanza la trama, se limpia ese inmenso espejo que es la conexión animal, la comunicación animal, cercana y sin embargo mágica y metafísica, por la que sentimos que no hay otra experiencia más inmensa que esta, que nos saca de nuestra especie y nos permite por una vez trascender hacia la verdad de la existencia. 

Cuando el tentáculo del pulpo avanza para reconocer y abrazar la mano humana en la película, tenemos una imagen extrahumana, sobrehumana, de lo que es la comunicación posible, la verdad de nuestra naturaleza.  Ese contacto es maravilloso  y es algo que conocemos bien quienes nos asomamos, con atención  indicial, a la esencia de los animales. Cuando lo hacemos, nos asomamos también a nuestra alma, porque ellos somos nosotros , ellos nos hablan  con un mensaje profundo,  ellos conocen el secreto de las hechuras de la vida y saben cómo canalizarlo.  En la amistad de los animales hay profundos mensajes para nuestro corazon, esperando a ser compartidos y puestos en práctica.  Ellos están,  como afirma la película,  dispuestos a enseñarnos.  Conectemos. 


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