EMOCIÓN-ejercicio barroco

 

Luz inmensa que todo lo enciende, cálida hoguera en el centro del tiempo, cosecha del corazón viviendo, cuenta correcta del amanecer futuro, deshacerse de los nervios, del pálpito, en un azul campo de esperanzas vivas. Presentimiento, premonición sabia que da un sentido a la existencia.

Intuición profunda que invade toda visión de lo real, como una ola de ácida alegría. Rayo oscuro que parte del fondo del alma, y petrifica en una profecía bondadosa los relojes y los datos. Promesa que es entrega inmediata, cumplimiento en su almendra, y que hace flotar, volar, el cuerpo y el espíritu, en un día cualquiera.

Cada latido es un estamparse de una tinta negra que escribe la imagen de la consumación. Cada mirada es un encantamiento con el aire, con la luz, con el oro que todos los días desparrama el mundo. Cada paso es un sonido que retumba sobre el afinado tambor constante de la existencia eterna en la que la armonía lo envuelve, lo ubica, lo lleva hasta el centro de sí mismo, para celebrarlo todo.

El tiempo es una inmensa canción que lleva un compás. De dentro de todos los vegetales, por dentro de todas las tierras, viaja la emoción inmensa de la vida.