LA NECESIDAD DE NO ENTRETENERSE
Cualquier artista sabe que una vez dentro de las vibraciones que emite nuestro mundo, para crear, hay que dejar atrás el corazón.
Esto significa que hay que ser completamente libre, incluso libre respecto a las propias ambiciones y ansiedades personales. La borrachera creativa no admite pasos atrás en los que la sentimentalidad cobre vuelo.
No puede existir ningún tipo de ambición que no borre el entusiasmo. Tampoco puede darse la tensión ni la presión, porque estamos hablando de otro universo. Uno se convierte en un loquito de la creación, y de nada más. A tomar por culo los blindajes, las seguridades, esta autonomía es salvaje.
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